Éxito en el Teatro Alhambra de Granada

Estaba nerviosa pero no era para menos. Sentir un patio de butacas lleno al que no puedes defraudar y dar lo mejor de ti... recibir los aplausos del público y después volver a darles más...es algo que te engancha y te crea adicción al escenario. Mi madre, doña Gloria, también lo está disfrutando tanto o más que yo. Ella también recibe su recompensa, estuvo impresionante con el mantón y con la bata de cola. No sé cómo puede...
Pero son tantas las sensaciones que uno vive en el escenario... Anoche a pesar de los nervios, fue una bonita función. Sentí cómo don Cosme me miraba cada vez más entusiasmado, a pesar de que su mujer, doña Amalia, lo vigila muy de cerca. Pero qué guapo estaba y cómo tocó! Cada dia me encuentro más agusto bailando con él, hay mucha complicidad en el escenario. Y qué atento estuvo cuando me desmayé, fue corriendo a mi encuentro sin importarle lo que Doña Amalia pudiera decirle. Menos mal que mi madre está pendiente de todo y nunca se olvida de llevar las sales!
Fue un momento especial el baile por zambra. Cuánta responsabilidad! Y es que bailar una zambra en Granada.... descalza y con crótalos... No os puedo describir con palabras lo que yo sentí en ese momento. Me movía poseída cuál niña de fuego...
A todos los que me seguís y especialmente a los que estuvísteis presentes ayer en ese teatro, gracias por compartir esta gloria de mi mare.