Quiero ir presentando a la gente que siempre me acompaña allá donde voy. Ya todos conocéis a mi madre, Doña Gloria Jiménez, que no para de enviar saludos desde todos los sitios dónde vamos.
En esta ocasión le toca el turno al Señor D. Cosme; un virtuoso de la guitarra, un señor encantador, una muy buena persona, un maravilloso amigo y un compañero inseparable de viaje.
Y también quiero desmentir cualquier tipo de rumor o habladuría que esté circulando sobre inciertas pretensiones que tengo con el Sr. Don Cosme; lo nuestro es una relación puramente profesional (así que tranquilícese, Doña Amalia, que la veo a usted muy tensa....)
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